Sueños de una Criatura

Prólogo y presentación

Era por la mañana. Mis ojos teñidos de rojo a causa de la sangre que lloraba pedían ayuda aunque mi boca estuviese muda. Mi piel, pálida, rasgada por las mentiras y las traiciones, se oscurecía lentamente hasta llegar a un color negro azabache. Las plumas de mis alas se teñían de negro y pelaban hasta llegar al hueso, rojizo, junto a la piel oscura así como el cuero. Acababa de caer en la tentación, y así como caí yo mis alas cedieron y no era capaz de moverlas, estaban como chamuscadas y ensangrentadas.

Acababa de pecar de una manera poco habitual en mi ser. Mis gentes me miraban con aires de superioridad y decepción; lo que me mataba mucho más que cualquier tortura. Eran las personas a las que quería, me habían dado todo y me habían comprendido en todo momento hasta ahora. Ellos ya no me querían a mí.

Bajo mis pies, las nubes se desvanecían, o quizás yo me volvía más pesada. Poco a poco fui hundiéndome en el vacío, hasta que de pronto vi una luz que me cegaba. Mis alas ya eran inexistentes, mi cuerpo había menguado,mi ropa desvanecida y yo, llena de sangre salí de una oscuridad inmensa hacia la luz hasta que, al llegar a ella, comencé a llorar a causa del dolor en mis pulmones al respirar y comencé a gritar cuando un hombre vestido de blanco y con mascarilla me golpeó.

Nunca había sentido tal sufrimiento. Había escuchado que eso solo podían sentir otros seres, pero nunca los ángeles. Acababa de nacer como humana. Mi vida, ahora como mortal, era mi castigo por haber pecado en la mejor vida. Ahora me tocaba vivir una vida en la que seguramente iría a pecar más de una vez, ya que estaba predestinada a hacerlo. Tan solo abrí los ojos y vi a mi madre. Mi memoria de ángel se borró por completo. Era increíblemente bella.