Historia de un sueño (I)

23/01/2013

Hoy me tumbé en cama aprovechando para meterme en mis recuerdos, de pronto me quede dormida y desde el primer momento empecé a soñar. Estaba en un restaurante asiático, la verdad me sonaba de algo, ya había estado allí pero no en la realidad.

Estaba junto a la gente de Jugger que quería hacernos una broma a los novatos. Me escapé un momento para seguir investigando aquel lugar. Fui hasta el hall y allí, en la entrada había una mujer adulta con un vestido rojo con detalles dorados. Estaba sonriente, de pronto me vino un nombre a la cabeza "Ogami Straw". Le saludé y me respondió con una sonrisa preguntándome si necesitaba algo y después de eso pronunció una palabra que en mis oídos solo sonó como un pitido.

Fui hacia la cocina, allí se encontraba un hombre de edad más elevada y también muy risueño que me dijo que volviese a la fiesta a pasármelo bien. De nuevo el pitido. De pronto me vino otro nombre a la cabeza "Konzo Black". Me alejé con la intención de volver con mis compañeros.

Vi a una mujer, totalmente idéntica a la primera pero tenía un vestido verde con detalles violetas, otro nombre "Akira Gree". La ayudé y me miró, de nuevo volvió el pitido. Me giré para volver a la fiesta pensando en que había visto a esas personas en anteriores sueños y que sin saber por qué les tenía cariño. Rápidamente me di la vuelta y les vi sonriendo tristemente. Empezaron a darme dos besos y abrazos despidiéndose de mí. Diciéndome que me cuidara, que me esperaba un viaje muy largo y que debía seguir.

De pronto me desperté en mi sofá sobresaltada. Miré a mis lados y vi a una compañera de clase también oriental llamada Wei Bin Xu. De pronto me entregó un papel rojo con letras plateadas que decía: "El corazón es el luchador de nuestro cuerpo, cuando nacemos es el primer órgano que comienza a funcionar. A lo largo de nuestra vida es el órgano que más golpes lleva y se levanta, aquel que a pesar de las heridas se venda y sigue hacia adelante.

Si quiere, lo hace de verdad y no importa si sale herido, siempre irá por donde piensa que es el mejor camino para ser feliz. Por eso, cuando las lágrimas salen de este es cuando has encontrado tu verdadera familia." Cuando volví a mirar hacia ella ya no estaba y entre mis lágrimas mi brazo comenzó a arder. Me quité la chaqueta. Ahora entendía todo, aquella palabra que me pitaba en los oídos es aquello que nunca he tenido. "Ohana"